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Encuentros en la tercera clase

Polinomio Fantástico

Polinomio Fantástico

Giani Rodari en su "gramática de la fantasía" nos regalaba la idea del "binomio fantástico".  Es decir, esa conjunción aleatoria y sin sentido de dos palabras que pueden servir de punto de partida de una historia cuanto menos divertida y disparatada.

El otro día elegí el nombre de Ana como germen de una hipotética historia.  Un nombre que lejos de complejidades encierra la magia de un palíndromo muy popular.  No nos conformamos con un binomio puesto que parece que el miedo a la imaginación plasmada por escrito ha surgido como secuela de un largo verano... así que buscamos la posibilidad de ir conectando varias ideas, de entretejer una red de palabras en la que ir perfilando nuestra hirtoria...y así surgió la idea del POLINOMIO. Comenzaron entonces a brotar ideas cuya sonoridad nos llevara a la rima, como motor.  En seguida surgieron palabras tales como marrana, hermana, mirada, gana, colorada, talla, zancada, cansada, almohada, pirada... Elegimos un animal, por la simpatía que éstos despiertan entre las filas de mis pupitres: la rana; elegimos también un momento del día, y sin duda llegó la mañana. Por influencia de la rana, nos vino a colación la idea del príncipe, y como compañera de Ana, buscamos a Sandra (alumna de la clase), aunque también podría haber salido Ada, Jara o Casbas... a las que ya les buscaremos protagonismo en otras historias.  Poco a poco, surgió la historia, que bien apañada, nada tiene que envidiar a un típico cuento de hadas...:

 Una rana de leyenda

Estaba Ana una mañana

asomada a su ventana,

cuando vio conmocionada,

en el jardín una rana.

 

Con ojos grandes y tristones,

la rana la miraba:

- ¡Ten compasión muchacha!

¡Déjame dormir en tu almohada!-.

 

La pobre rana asustada

se metió bajo una rama.

Mientras Ana, la muy bandarra,

continuamente se mofaba.

 

-¡Sandra, corre, baja,

que te estás perdiendo una jarana!-

La pequeña Sandra rauda,

por las escaleras bajaba.

 

-¡Mira hermana aquella rana

que quería entrar la muy marrana!-.

Sandra, que era más dada,

se apiadó de la pobre rana.

Ana, la miró extrañada:

- Rana, ¡Tú estás chalada!,

sólamente de mirarte,

se me pone mala gana-.

 

- Pero no le ves los ojos, Ana,

si la pobre está cansada...!-.

Ana, se subió a la ventana,

y se lanzó sobre la rana.

 

La chafó con su zancada,

y pensó que ya no estaba.

Pero cual fue su sorpresa,

cuando vio que no era presa,

que se había convertido,

en un príncipe aguerrido.

 

Ana, al poco rato,

gritó: -¡pero qué guapo!-.

Resulta que la rana aquella,

era de las de leyenda.

Que primero es rana fea,

y después siempre babeas.

 

Ana, se puso colorada.

Y Sandra, de la risa, lloraba.

Y el príncipe que las miraba,

asustado musitaba:

 

- Vaya con las hermanas,

a pesar de mi talla,

la jugada,

meha salido rana...

 

5 comentarios

siu -

hola laura soy siu seguro que mi comeriono no lo tienes hara si me a encatado lo que aveis hecho de lo de los señores es el que mas me en catado ven ga adios y vesoss

SANDRA!!! -

Hola laura a mi me ha encantado este texto pero sobre todo que pusiera mi nombre pero bueno vamos al grano yo lo que te quería decir es que me encanta todos los textos que haces.

SANDRA!!! -

Hola laura me he leído este texto y me ha encantado y es que encima pone mi nombre solo te queria decir que me encantan los textos que hacíais.

casbas -

me gusta lo que has escrito de la poesia

jara -

me a gustado mucho y no entiendo como le salen las poesias tan rapido
¡adios!